Han pasado 80 años desde la primera imagen hasta la última, y entremedio ha habido muchas más. En todas
ellas se celebraba mejoras en el transporte urbano de nuestra ciudad.
La última ha sido en el mes de enero del 2002. Cien autobuses nuevos entraron en
servicio en Barcelona. Treinta de ellos articulados y todos adaptados para facilitar el
acceso a minusválidos y personas mayores con movilidad reducida. Estos nuevos vehículos -que
se añaden a los 35 impulsados por gas natural que entraron en funcionamiento en diciembre del 2001- han
servido para incrementar la frecuencia de paso en 25 de las líneas más utilizadas.
La empresa Transports Municipals de Barcelona (TMB) ha invertido 20 millones de euros en
la compra de los cien autobuses, la entrada en funcionamiento de los cuales supone la creación
de 250 nuevos puestos de trabajo. Se pasa de 850 vehículos a 950.
Estos nuevos autobuses se concentran en las líneas principales
y se espera y se promete que el tiempo de espera del 85% de los usuarios no supere los 10 minutos.
En las 25 líneas donde aumentará el número de vehículos, el compromiso de la
empresa municipal es mayor: que el 44 por ciento de los usuarios no hayan de esperar más de 7
minutos.
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