El 4 de abril de 1998, se puso en funcionamiento un tren turístico (con ruedas y que no necesitaba raíles) que unía las principales instalaciones de Montjuïc. El transporte arrancaba de las Torres venecianas de la plaza Espanya y pasaba por el Poble Espanyol, el Museu Nacional d'Art (MNAC), los jardines Maragall, el anillo y la galería olímpica, el Jardí Botániç, el Castillo, el Parque de Atracciones, Miramar, la Fundació Miró y los museos Arqueológico y Etnológico para volver a su punto de origen en la Pl. España.

El precio del billete era de 300 pesetas y por 500 pesetas podía adquirirse un abono para todo el día, que permitía subirse y bajarse del tren cuantas veces sé deseeba y que incluia descuentos en la entrada de las instalaciones.

Este proyecto fue impulsada por la comisionada de la alcaldía para Montjuïc, la concejal Cati Carreras-Moysi. La idea era que los barceloneses en sus ratos de ocio y los turistas pudieran recorrer la montaña con facilidad mediante un único transporte y, a la vez, que se unia mejor las diferentes instalaciones culturales y deportivas.

El tren se inspiraba en el bus turístico y funcionaba de manera similar en horarios y descuentos (no acumulables los del bus y del tren). El nuevo tren funcionó en un principio todos los sábados y festivos hasta el mes de octubre. En verano, entre Sant Joan y la Mercé (de mediados de junio a mediados de septiembre); el tren funcionaba todos los días..

En un principio el servicio lo cubría dos "trenecitos" con una capacidad de 58 plazas cada uno, y su salida se efectúa desde la Pl. España con una frecuencia de 30 minutos.

El 14 de julio del 2006 se sustituyó el trenet por dos microbuses descapotables carrozados por Indcar bajo el modelo Mago 2 con chasis Iveco CC100, con las calcas 820 y 821. Tenemos fotos en Montjuic del 820 y del 821 solo tenemos una foto sirviendo como sustituto del Bus Turístic.

En una fecha no determinada se suprimió el servicio.