Serie 1600 - PCC Washington (1963-1971)

En el mes de septiembre de 1961 llegaron al puerto de Barcelona los dos primeros tranvías PCC comprados, de segunda mano, a la empresa "D.C. Transit System Inc." de Washington. Eran unos excelentes coches, aunque algo anticuados, fueron adquiridos al precio de 2.000 dólares (unas 120.000 ptas. de entonces, o sea el valor aproximado de dos Seat seiscientos).

Se consiguió este gran precio debido a que, a consecuencia de una huelga de tranviarios, en el año 1955 la compañía Capital Transit Co. perdió la concesión del servicio del transporte público en la ciudad de Washington DC. La nueva compañía concesionaria "DC Transit", estaba obligada a eliminar los tranvías de las calles de Washington DC antes de 1963. Los tranvías PCC fueron retirados del servicio entre 1958 y 1962. El 28 de enero de 1962 circularon por última vez en Washington DC. Pero les esperaba una segunda vida en Barcelona y 90 también se vendieron a la ciudad de Sarajevo.

El primer pedido fue de 22 unidades. Dicho dos primeros coches entraron en los talleres de Sarriá para efectuar las modificaciones precisas para su puesta en servicio en Barcelona.

El 23 de diciembre de 1961 salió a la calle para su presentación al alcalde el primer tranvía Washington, que fue el 1602. No le gustó al Sr. Porcioles la estética del coche, exigiendo se efectuaran diversas modificaciones como era la colocación de faldones que taparan los bogies, sustitución de las puertas de origen americano por las usuales para la serie 1200, sustitución del faro único central por dos y diversos detalles de interiorismo, como la iluminación.

El 27 de diciembre de 1962 pudieron verse los tres primeros tranvías en circulación, en la línea 65 (Pl. Tetuán - Zona Universitaria). Los primeros tranvías tranvías PCC estaban numerados como 1600. Al més siguiente, el 7 de enero de 1963, ya todos los tranvías de la línea 65 (7 eran en total) eran PCC.

Causaron expectación (y casi diriamos admiración) en los usuarios tanto por su silenciosa marcha y fuerte aceleración, como por su confort, del que se hacía especial hincapié en su suspensión que, al decir de algunos, era excesiva y podría provocar mareos (eso se decía en aquella época). Los coches tenían una capacidad de 48 plazas asientos y otras tantas de pie, o sea en total de 96 pasajeros. Estaban pintados de color azul, el que sería en un futuro llamado Azul Porcioles.

Al final del año 1963, ya se había puesto en circulación la totalidad de la primera serie (1601 al 1622), compuesta por 22 vehículos, que prestaba servicios en las líneas 29 y 65.

La segunda subserie (1623 al 1687), de 45 vehículos, comenzó a recibirse los últimos días de diciembre de 1963, y eran puestos en circulación a razón de uno por semana. Ello permitió la substitución del material más antiguo del parque movil tranviario de Barcelona. La segunda serie de tranvías Washington tenía la ventaja sobre la primera, aparte de detalles en el equipo electroneumático, de tener ventanas apisadas que ivan instaladas en la parte superior y permitian a los pasajeros que estaban de pie, ver mejor sus puntos de destino, sin tener necesidad de agacharse para ver a través de las ventanas corrientes.

En 1965 se acabó de recibir todos los tranvías de la serie. En diciembre de ese año, se autorizó a la compañía la compra de un tercer lote compuesta por 17 coches.

Al final la serie 1600 estuvo compuesto de 99 coches (1601 al 1699), aunque en realidad se había comprado 101 coches, utilizandose los dos coches restantes como almacen de recambios.

En el último año de los tranvías en Barcelona (en 1971) quedaban solamente en servicio 20 coches de esta serie y 25 de la serie 1200. Con la desaparición de las líneas 49 y 51, y los tranvías en Barcelona, despareció este modelo.

Podemos citar que el último tranvía en circular por Barcelona fue un modelo de esta serie, el 1653 y entró en la cochera de Borbón a las 3 horas y veinte minutos de la madrugada del 19 de marzo de 1981.

Algunos de los tranvías de la serie fueron a parar al depósito de Pedro IV en los años 80, donde estuvieron en un patio trasero a la intemperie. Al final quedaron 15 tranvías, donde estaban sin vigilancia y acabaron sin controlas y otras elementos decorativos. Incluso algunos de ellos, como fue el 1664, fueron trasladados de Pere IV a una campa en la Playa de Bogatell en 1991, cuando aún esa zona no estaba urbanizada.

Uno de ellos: el 1660 que circuló en el último día del tranvía en Barcelona, se pudo ver en el año 1988, en la playa de Mar Bella. A alguien se le ocurrió cargarlo en un camión y descargarlo en una zona descampada de la playa de la Barceloneta, allí se tiró una buena temporada sin ningún tipo de vigiláncia ni control ni utilidad aparente.

Se han conservado a nuestros días cuatro de estos tranvías: el 1631 y el 1683 se los quedó TMB y lo guardó primero en la cochera de Diputación y después -en 1991- fueron trasladados al Museo de Transporte de Castellar de N'Hug y que luego fueron recuperados por la Fundación Patrimonio Histórico TMB y trasladado a la cochera del Triangle. El 1653 fue conservado por un particular Sr. José Mª Valero, presidente de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvias (AZAFT) un gran coleccionista que tiene 45 tranvías) en Egea de Los Caballeros y por el último el 1627 conservado por otro particular en Bujalaro.

El 28 de diciembre del 2009 se trasladó el tranvía 1631 de la Fundación Patrimoni Històric TMB a la empresa Sesrovirenca, en Castellbisbal, para su resturación. Se restauró con piezas del 1683, creando un tranvía a partir de dos. La restauración se prevía estática, es decir, no motorizada. Durante todo el año siguiente, en el 2010, se restauró, se consiguió recuperar las pinturas originales y tan solo los asientos se tuvieron que cambiar, porque no se encontraron los originales y se optó por poner un modelo igual que el restaurado Chausson, para mantener una imagen uniforme. En marzo del 2011 se recibió de nuevo en las cocheras de Triangle, totalmente restaurado. El 1683 queda también en El Triangle, para piezas o para una posible restauración.

Como curiosidad final citaremos que los PCC tienen un record muy especial. El record total de velocidad de un vehículo de transporte público en la ciudad de Barcelona lo tiene un tranvía PCC en el tramo de la Av. Diagonal hasta la Zona Universitaria : 120Kms/h. en los años 60. Ningún autobús, tranvía o metro ha llegado a repetirlo!

Fuentes:
El Mundo, 5 de mayo de 2004
La Vanguardia, 21 noviembre 1982, página 8